Un aviso alarmista de la empresa Network Security Technologies
(NETSEC), en el que se reporta el descubrimiento de un sofisticado
troyano, ha provocado que la mayoría de los medios de comunicación
se hagan eco de una falsa alerta. Desde Hispasec os invitamos a
conocer la verdad sobre ‘Serbian Badman’, un troyano de lo más básico
al servicio del marketing de algunas empresas de seguridad y
organismos gubernamentales.
Según la versión de NETSEC, una vez descubierto realizan un análisis
preliminar del troyano y, debido a la supuesta amenaza global,
reportan de inmediato el caso al FBI y NIPC (National Infrastructure
Protection Center). En esos momentos comienzan las filtraciones y
notas a los medios de comunicación, que se ven fomentadas desde la
propia empresa de seguridad, mientras que el FBI confirmaba que se
encontraba en plena investigación del caso.
El viernes ya eran varios los medios de prestigio que sacaban la
noticia, un troyano, que se distribuía bajo un formato de vídeo y
había logrado infectar a 2.000 sistemas, estaba a punto de provocar
un ataque DoS masivo contra sitios Web y comercios electrónicos, lo
que con total seguridad ocasionaría importantes perdidas económicas.
Todos los sistemas infectados, la mayoría usuarios domésticos con
acceso a Internet con módem cable y conexiones permanentes, estarían
bajo el control de los dos sospechosos cuyos apodos darían nombre al
troyano, «Serbian» y «Badman». No tardaron en aparecer otras empresas
de seguridad que, a la consultas de los medios, no duraron en subirse
en la misma ola para aprovechar el impacto de la alarma.
El estudio del troyano muestra una realidad muy distinta a la versión
que estos días ha protagonizado la mayoría de las noticias al
respecto. Se trata de un simple troyano distribuido como ejecutable
.EXE, sin ningún tipo de sofisticación, que intenta simular un
video-clip a base de utilizar un icono e introducir una supuesta
extensión .MPG en el nombre del fichero. De la misma forma que
VBS.LoveLetter incluye .TXT antes de la extensión real (.VBS). Este
troyano, que no puede autoenviarse ni infectar por si mismo, tiene
como misión la descarga vía HTTP de un conocido backdoor, «SubSeven»,
que al igual que BackOrifice o similares es detectado por la inmensa
mayoría de los antivirus. Además, el backdoor dejó de estar
disponible en el servidor al que «Serbian Badman» apunta, por lo que
a día de hoy la infección resulta imposible aun en los sistemas que
no dispongan de antivirus.
Todos los detalles de lo sucedido, los medios y empresas implicados,
así como las consideraciones finales sobre este asunto, pueden ser
consultadas en el avance que realizábamos hoy mismo al diario
iBrujula:
http://ibrujula.com/news/noticia.php3?id=6305
bernardo@hispasec.com
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