Nace una iniciativa ciertamente original. Presentar a los adolescentes
el mundo de los hackers, pero de una forma en que sean conscientes de
los peligros que puede suponer para ellos. El objetivo, ayudarles a que
no utilicen sus conocimientos para realizar actividades delictivas y los
orienten al aspecto positivo que, sin duda, existe.
Imaginemos la escena: un adolescente, con acceso a un ordenador, un
módem (o una conexión de alta velocidad) y tiempo libre. A este
adolescente le llegan todo tipo de influencias y estímulos acerca el
mundo de los hackers. La mayoría hacen que un hacker se convierta en un
ídolo: las películas en la que los hackers acceden a cualquier ordenador
o cambian sus notas, las noticias y las leyendas urbanas acerca de las
aventuras que se pueden vivir en un ordenador conectado a Internet.
Muchos de estos adolescentes se sentirán intrigados y empezaran a buscar
información en la red. No les será difícil localizarla. En este punto,
el adolescente se ha convertido en una bomba en potencia. Como muy bien
explican en ISECOM, para los hackers el problema real no es que utilicen
sus conocimientos, sino que deben hacerlo de la forma correcta.
Convertirse en un hacker supone un esfuerzo intelectual que, bien
aprovechado, es muy positivo para la formación del adolescente. Se trata
de conseguir una visión de la tecnología que les será extremadamente
útil en caso de querer orientarse profesionalmente en el mundo de la
tecnología, las comunicaciones e Internet. Históricamente lo que ha
distinguido siempre a los hackers no es si son buenos o malos, sino su
inteligencia.
Pero el problema surge cuando se hacen las cosas mal. Una acción
realizada sin pensar en sus consecuencias, utilizando un programa recién
bajado de Internet que con un simple clic lanza un ataque contra esa
web, puede marcar negativamente el futuro.
Así, de la misma forma en que se enseña educación vial en las escuelas,
donde se facilitan los conocimientos adecuados para poder moverse por
nuestro mundo físico, nace la «Hacker High School».
Se trata de una sesión de formación, de unas 3 horas de duración, que
combina las charlas con la proyección de un cortometraje. Durante la
sesión, se presentarán los aspectos positivos que tiene el mundo de los
hackers, así como los riesgos que comporta hacer las cosas mal.
Además, se ofrecerá soporte a los profesores sobre los aspectos éticos y
legales de Internet, así como un plan de trabajo para continuar la
formación en las aulas. Opcionalmente también podrán tener acceso a una
red de prueba, en la que los alumnos podrán intentar aplicar sus
conocimientos de hacking. Esto será evaluado por un equipo de
profesionales de la seguridad, enviando los resultados a los profesores.
Esto permitirá identificar a aquellos adolescentes que, por sus
conocimientos, se encuentran en una situación de alto riesgo de forma
que los profesores puedan reorientar sus habilidades a favor del propio
adolescente.
Todo el proyecto de la «Hacker High School» ha sido desarrollado por
ISECOM (Institute for Security and Open Methodologies), una organización
internacional sin ánimo de lucro que trabaja en el desarrollo de
metodologías de libre utilización para la verificación de la seguridad,
la programación segura y la verificación de software. Para el entorno de
la red de prueba se ha contado con el patrocinio de Intense School, Inc.
Al tratarse de un organización sin ánimo de lucro, ISECOM se encuentra
receptiva a cualquier oferta de patrocinio o colaboración en este u
otros proyectos.
La primera sesión de la «Hacker High School» se celebra el próximo
martes 17 de diciembre en Barcelona, patrocinada por Enginyeria i
Arquitectura La Salle, de la universidad Ramon Llull.
xavi@hispasec.com
Más información:
ISECOM Hacker High School
http://www.isecom.org/projects/hackerhighschool.htm
ISECOM (Institute for Security and Open Methodologies)
http://www.isecom.org/
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