El 23 de marzo, fueron arrestados por la policía británica dos
personas, (la prensa británica los califica como «hackers», ambos de
18 años de edad, y ambos galeses) por la entrada ilegal en 9 webs de
e-commerce, de cinco países diferentes, (Inglaterra,USA, Canadá,
Tailandia, y Japón) apropiándose de la información de 26.000 tarjetas
de crédito.
Se les acusa de violar la «Computer Misuse Act» de Reino Unido de
1990. Las webs afectadas han comunicado que los adolescentes habían
usado un agujero en la seguridad de SQL Server de Microsoft, aunque
en la web de feelgoodfalls.com, se entró a través del agujero del
programa Microsoft Storefront. Según algunos de los afectados,
también habría que achacar el resultado final a la mala organización
de las propias empresas, la mayoría de ellas pequeñas empresas.
Según el FBI comenzaron a actuar en Enero, y usaban el nombre de
«curador» en sus ataques, que no sólo quedaban en eso, sino que
después publicaban los números de las tarjetas en las webs:
e-crackerce.com y free-creditcard.com, así como en la página
personal de xoom.com. Esta última fue cerrada en febrero, y
actualmente lo están también las otras dos. En ellas había mensajes
como «Gracias a mi amigo Bill Gates, alguien que vende productos
como SQL Server, no puede ser tan malo».
Según el FBI el incremento de este tipo de incidentes empieza a ser
alarmante, si bien es cierto que la suplantación de personalidad o
el «robo de identidad» no es nada inventado en este siglo, si es
cierto que la seguridad en las transacciones es una de las
asignaturas pendientes de Internet.
Para muestra un botón, según las autoridades americanas, se han
publicado las estadísticas correspondientes a 1999, y tan sólo en
la «Social Security Administration» (es decir, el organismo que
rige la Seguridad Social norteamericana) se han recibido mas de
30.000 quejas sobre mal uso de los números de las tarjetas de
seguridad social, la mayoría sobre «robo de identidad», o
suplantación de personalidad. Y ello frente a las 11.000 de 1998,
o las 7.868 de 1997. Es decir, aumentó casi el triple el número
de incidencias en un año.
El número de la Seguridad Social en Estados Unidos se usa como el
número de carnet de identidad en otros países, así pues basta
tener el número de la tarjeta de crédito y el número de la
Seguridad Social de la persona para «poder hacer compras on-line»
en la mayoría de los casos. Es más, hay empresas que por 49
dólares ofrecen ese número a quien lo solicite, o empresas, como
Net Detective 2000, que se promociona con anuncios como «la
increíble herramienta que te permite saber TODO lo que querías
sobre tus amigos, familia, vecinos, empleados o tu jefe». Y son
legales.
El Instituto para la Seguridad Informática (Computer Security
Institute) ha publicado su encuesta «delito informático y
seguridad 2000″, basándose en la respuesta de 643 directivos de
empresas, gobierno, instituciones financieras, hospitales y
Universidades. El FBI ayudó en la encuesta, y muestra que 273
encuestados declaran perdidas económicas, robo de información y
fraude financiero. El 90 por ciento declaran haber tenido
problemas de seguridad, el 71 por ciento en relación con accesos
no autorizados.
Así no es de extrañar las palabras de Gregory Regan, jefe de la
división de delitos financieros de los servicios secretos (USA),
cuando dice que todo ese entusiasmo acerca de Internet debería
ser «temperado» con un poco de precaución.
Por otro lado la «industria» de las tarjetas de crédito rechaza
esta visión pesimista y afirma que si bien el fraude existe, no
es más que un pequeño porcentaje de los cientos de billones de
dólares que las compras con tarjeta de crédito mueven cada año.
Más información:
Encuesta CSI
Caso Curador
evalle@hispasec.com
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