La filtración original en el Wall Street Journal, de una fuente no
identificada, sitúa al troyano «Qaz» como la herramienta usada por
los atacantes para introducirse en la red interna de Microsoft. Este
rumor no confirmado se ha convertido en la hipótesis «oficial» a la
que medios y «expertos» han recurrido para explicar el ataque. Vamos
a ver sus principales puntos débiles, tanto de la hipótesis como del
troyano, que lo convierten en una herramienta que ni siquiera
cumpliría su objetivo contra la red de cualquier mediana empresa.
– ¿Cómo funciona «Qaz»?
«Qaz» es un ejecutable Win32, escrito en Visual C++. Cuando se
ejecuta, busca una copia del fichero NOTEPAD.EXE (Bloc de Notas de
la carpeta Windows) y lo renombra como NOTE.COM, a continuación
«Qaz» se copia con el nombre de NOTEPAD.EXE. Esto provoca que, cada
vez que se intente lanzar el Bloc de Notas en un sistema infectado,
primero se ejecuta el troyano, y éste a su vez llama a NOTE.COM,
por lo que el usuario no percibe a primera vista ninguna
irregularidad. El troyano es capaz de propagarse a través de las
unidades compartidas de las redes locales, donde intenta localizar
la carpeta de Windows, para lo cual, busca la cadena «WIN», y realiza
con NOTEPAD.EXE la misma operación ya descrita. Por último, destaca
en «Qaz» su funcionalidad como backdoor, envía la dirección IP de los
ordenadores infectados a su autor vía correo electrónico (a buzones
localizados en China originalmente), y abre una puerta trasera en el
puerto TCP 7597, por el cual el autor del virus puede acceder de
forma remota al sistema de sus víctimas.
– La víctima: el empleado de Microsoft
En una red local los ordenadores no se conectan directamente a
Internet, sino que cuentan con un servidor proxy a través del
cual se comunican con el exterior, ya sea para recoger/enviar
correo, visitar páginas webs o cualquier otra conexión. Este
esquema también supone un primer nivel de seguridad, al impedir
las conexiones directas desde/hacia el exterior, y es el mismo
que cualquier pequeña o mediana empresa utiliza para aprovechar
la conexión de varios ordenadores mediante una única línea
telefónica.
– Problema en el planteamiento
En el caso de que «Qaz» infectara un ordenador de una red local,
ejemplo Microsoft, el troyano abriría en esa máquina el puerto
TCP 7579 y enviaría a continuación la dirección IP local de la
víctima al atacante por correo electrónico a través del proxy. Una
vez recibida la dirección IP, el atacante no puede conectarse a ese
ordenador, ya que esa IP es interna y no está accesible desde
Internet. Cuando se trata de un usuario particular, que accede
de forma directa a Internet, «Qaz» si se muestra efectivo.
– ¿Podría el atacante conocer la dirección del servidor proxy?
De forma fácil, ya que podría recibir la dirección en la cabecera del
mensaje de correo electrónico que manda «Qaz». El atacante si podría
intentar interactuar con la dirección IP del proxy, si bien no
podría acceder remotamente por la puerta trasera vía TCP 7579, ya
que el proxy no se encuentra infectado.
– Si «Qaz» se transmite a través de las redes locales, ¿no podría
haber infectado al servidor proxy?
«Qaz» sólo se transmite entre las unidades compartidas de una red
local. Un proxy por defecto, bien configurado, no debe compartir
su unidad sin ningún tipo de protección.
– Bueno, tal vez el proxy de Microsoft estuviera mal configurado, ¿no?
En cualquier caso, sería necesario que compartiera toda la unidad
con acceso lectura/escritura (un error aun menos probable), ya que
«Qaz» busca la carpeta de «Windows» para escribir en ella la
copia del troyano.
– Vale, aunque imposible, supón que hubiera llegado allí
«Qaz» no es capaz de ejecutarse a través de la red local, sólo
sitúa el fichero infectado en una posición óptima para que un
usuario lo ejecute (simulando al bloc de notas). En el caso del
servidor proxy de una gran empresa no hablamos de un terminal
que se utilice como una estación de trabajo por un usuario, sino
de un servidor dedicado, lo que dificultaría también que se
ejecutara.
– Bueno, una posibilidad entre 1 millón, pero pudo darse, ¿no?
Hasta ahora sólo habíamos hablado del servidor proxy cómo escalón
de seguridad, en cualquier empresa con una política de seguridad
mínima debemos de contar con la figura del cortafuegos que filtra
las conexiones en base a una configuración, cómo mínimo se limita
el acceso sólo a través de unos determinados puertos. Un troyano
tan limitado como «Qaz» tampoco salvaría este obstáculo, el
cortafuegos impediría la conexión desde el exterior.
– ¿Existen más puntos en contra?
Si, «Qaz» es un troyano conocido desde principios de agosto, la
mayoría de las casas antivirus detectan y eliminan desde entonces
este espécimen. Muchas empresas utilizan distintos niveles de
protección antivirus, que llegan hasta el chequeo de los mensajes
de correo electrónico en el servidor, lo que hubiera impedido que
llegara el troyano al empleado de Microsoft.
– Bueno, tal vez se utilizó contra éste empleado en un primer
momento, antes que las casas lo identificaran y detectaran
La versión original de «Qaz» enviaba los mensajes de correo
electrónico a una cuenta de China, en este caso se trataría
de una versión modificada (posterior) que un atacante configura
para beneficio propio. Aunque se hubiera utilizado antes de
que los antivirus lo incluyeran en su base de datos de firmas,
un antivirus local con una actualización más o menos reciente
lo habría detectado a posteriori.
– ¿Es normal que un «hacker» (deberíamos decir «cracker») de
cierto nivel, cómo para comprometer a Microsoft, utilice un
troyano de estas características?
No, cualquier atacante de cierto nivel programará las herramientas
de forma personalizada, lo que le permite ajustarse a las necesidades
de la operación y asegurarse de que ningún antivirus va a detectarlo
cómo «malware».
– ¿Es posible que con un esquema similar, evitando las debilidades
intrínsecas de «Qaz», se haya podido llevar una intrusión en la red
de Microsoft?
Si, hay muchas formas de vulnerar la seguridad de una red, sobre todo
en entornos basados en los productos de Microsoft. Es posible realizar
un ataque similar, más efectivo, basado en las propias debilidades
de Windows, sin necesidad de una cabeza de turco como «Qaz».
– ¿Por ejemplo?
En la próxima entrega.
bernardo@hispasec.com
Más información:
11/08/2000 – «Qaz»: troyano, backdoor y gusano
http://www.hispasec.com/unaaldia.asp?id=655
26/10/2000 – Caso Microsoft: la filtración
http://www.hispasec.com/unaaldia.asp?id=732
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