Algunos medios de comunicación se han hecho eco estos días de la
distribución de un troyano que permitiría enviar spam desde los PCs
infectados. Por otro lado desde Hispasec venimos observando, cada vez
con más frecuencia, el uso del spam para la distribución de troyanos
y dialers.
El spam, el correo basura o envío masivo e indiscriminado de mensajes
no deseados, es sin duda la plaga del momento en Internet. Si los
virus y gusanos informáticos nos suelen llegar de vez en cuando a
nuestro buzón, el chorreo de mensajes no deseados es constante,
llegando en algunas ocasiones a superar en número a los e-mails
legítimos que recibimos.
¿Soluciones? No existen. Sí, ya se que hay multitud de servicios y
programas antispam, tanto a nivel de servidores de correo como
clientes, y que día a día se optimizan las técnicas basadas en filtros
bayesianos, listas negras, filtros basados en aprendizajes de
patrones, etc, etc.
De manera independiente al conjunto de técnicas empleadas, al final
todo se reduce a analizar cada uno de los mensajes que nos llega
para decidir si es spam o no. Vamos a ser optimistas, supongamos que
nuestro sistema tiene una fiabilidad del 99,xx%. El hecho de que
se nos cuele algún mensaje no deseado será anecdótico, recibir uno
de cada 100 mensajes basura ya es todo un alivio.
El problema es que estás técnicas que consiguen porcentajes tan
elevados de acierto tienen fallos, tanto de falsos negativos como
positivos. Es decir, al igual que de vez en cuando puede colarse
algún mensaje basura, también puede marcar como spam un mensaje
legítimo. Llegados a este punto la pregunta es ¿quién se puede
permitir el lujo de perder e-mails legítimos? tal vez el mensaje de
un cliente que solicita nuestros servicios, o una declaración de
amor. Sería desastroso para nuestros intereses perder cualquiera
de ellos.
Como son muchos los que no están dispuestos a la posibilidad de
perder mensajes más o menos importantes, legítimos en cualquier
caso, utilizan los programas antispam conjuntamente con reglas de
correo, de forma que los mensajes marcados como spam son también
recibidos y automáticamente almacenados en una carpeta independiente.
La supuesta ventaja es que no te llega a la carpeta principal la
mayoría del correo no deseado, el inconveniente es que, aunque en
parte lo facilita, de forma regular tienes que revisar la carpeta
de spam para verificar que no se ha colado ningún mensaje legítimo y
eliminar el resto. En definitiva, poco se ha avanzado, si al final
seguimos recibiendo el spam y revisándolo.
Troyanos spammers
Cuando se detecta un spam masivo es muy común que se denuncie el
caso al responsable del servidor de correo o ISP desde el que se ha
detectado el envío. El administrador del servidor o servicio puede
entonces tomar medidas al respecto, bien llamando la atención al
infractor, bien denegándole el servicio directamente para que no
pueda volver a utilizar su infraestructura para realizar el spam.
Para evitar ser detectados, los spammers suelen recurrir a servidores
de correo que permiten relay, es decir, que se encuentran mal
configurados y permiten que cualquier usuario, aun sin tener cuenta
en el sistema, pueda enviar correo a través de ellos.
Una de las técnicas anti-spam existentes consiste en mantener listas
negras de dominios que, bien permiten relay, bien se ha detectado que
suelen ser utilizados para enviar spam, de forma que los servidores
de correo no admiten ningún mensaje que provenga de algunos de los
servidores de la lista negra.
Como comentaba al inicio, se ha detectado el uso de troyanos que
tienen como fin el envío de spam desde los sistemas infectados. Al
realizarse el envío de forma distribuida entre múltiples sistemas
es mucho más complicado identificar todos los puntos de envío para
introducirlos en las listas negras. Aun cuando se hiciera, el
principal perjudicado, al aparecer en las listas negras, sería el
usuario infectado por el troyano.
Spam de troyanos y dialers
Otra modalidad en boga es el uso del spam para distribuir troyanos y
dialers, estos últimos tienen como fin realizar llamadas a números
de tarificación especial (906 o similares). Los mensajes suelen tener
reclamos erótico/pornográficos, solicitando la ejecución del archivo
adjunto para poder acceder a dichos contenidos.
En la mayoría de los casos que hemos detectado desde Hispasec, los
archivos adjuntos suelen estar comprimidos (.zip), por lo que
pasan a través de los servidores de correo que mantienen filtros de
contenidos basados en extensiones de archivos potencialmente
peligrosas (.exe, .com, .pif, .scr, etc.).
Como siempre recordamos la regla de oro: no abrir o ejecutar
archivos adjuntos no solicitados, aunque provengan de remites
confiables. Ante la duda, más vale prevenir y pedir confirmación al
remitente antes de abrir el adjunto. Con respecto al spam, paciencia.
Hay muchas iniciativas en marcha, y no menos servicios y productos,
pero es un terreno que se encuentra aun en pañales.
bernardo@hispasec.com
Más información:
Spam virus ‘hijacks’ computers
http://news.bbc.co.uk/2/hi/technology/2987558.stm
Spammers use Trojans to enslave home PCs
http://www.vnunet.com/News/1141610
Nueva forma de spam a través de mensajes emergentes de Windows
http://www.hispasec.com/unaaldia/1587
Spam Conference
http://www.hispasec.com/unaaldia/1574
2002, el año del spam
http://www.hispasec.com/unaaldia/1525
Spam de troyanos
http://www.hispasec.com/unaaldia/1489
«Spam» para robar datos sensibles
http://www.hispasec.com/unaaldia/1298
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