Una de las tecnologías que Microsoft introdujo en Vista, el UAC (User Account Control), ha sido especialmente criticada y rechazada por la mayoría de los usuarios. Sin embargo, si se presta un poco de atención, se puede usar UAC como un gran adelanto en la seguridad y comodidad de Windows. Microsoft ha dado un paso interesante en la dirección correcta con UAC, pero los usuarios que se empeñan en usar el administrador no han sabido valorarlo. UAC es un incomprendido porque en realidad, hay que entenderlo como una bendición para los que usan una cuenta limitada en Vista y 7. Un complemento ideal para lo que sigue siendo la mejor defensa: evitar el uso del administrador.
El qué y el porqué del UAC
Microsoft no tenía ningún control de usuario real para su gama de escritorio hasta Windows XP. Su introducción supuso un enorme paso adelante para la seguridad. Utilizar Windows XP en modo usuario estándar era, por fin, el mejor antídoto contra el malware y todo tipo de amenazas. Pero de nada sirvió. Por miedo a que los usuarios (después de años de MS-DOS, 3.11 y 9x) no supieran lidiar con NTFS, permisos, derechos y privilegios, decidió que usar la cuenta de administrador todo el tiempo era lo «menos malo». Sacrificaron todas las mejoras que ellos mismos habían introducido con tal de que se entendiera su flamante sistema operativo. Los programadores se relajaron entonces, y dieron por hecho que el usuario debía ser administrador, y no se preocuparon por comprobar dónde podían escribir, a qué zonas del sistema podían acceder, etc. De hecho, pocos son los virus que se preocupan hoy en día de si pueden escribir o no en «system32», zona favorita donde se esconde la inmensa mayoría del malware actual. Si el usuario no fuese administrador, esa inmensa mayoría del malware no sería hoy efectiva, porque no serían capaces de escribir archivos donde presuponen que pueden.
Así que XP permitía protegerse con el usuario estándar, pero muchos lo ignoraban y además era incómodo. Microsoft no ofrecía ninguna herramienta realmente cómoda para que un «loco» que decidiera usar su Windows como debe ser, desde una cuenta sin privilegios, pudiera administrar de forma sencilla su equipo. Todo tipo de trabas en los programas y en la propia interfaz hacía que muchos de los intentos por migrar hacia un usuario raso fracasaran. Algo había que hacer, y con la introducción de Vista era el momento adecuado.
Un cambio a medias
Con Vista, Windows podría haber tomado un rumbo radicalmente distinto (y a la vez, igual a la de cualquier otro sistema operativo): obligar a que la primera cuenta de usuario creada cuando se instala el sistema (la que todo el mundo usa habitualmente) fuera de usuario raso. Pero no. Sería demasiado chocante, así que decidió introducir un paso intermedio, el UAC. En pocas palabras, se trata de una pantalla de protección contra las acciones potencialmente peligrosas para el usuario, incluso si eres el administrador. Técnicamente hablando, es un concepto extraño.
En XP, un usuario que se presenta en el sistema, tiene un token de seguridad. Este token puede ser básicamente de administrador (puede hacer lo que quiera) o de usuario estándar (se ve limitado para escribir en ciertas zonas del sistema, o para realizar ciertos cambios). En Vista por el contrario, cuando un administrador inicia sesión se le conceden dos: uno de administrador real y otro de usuario estándar (sí, aunque se sea administrador). Por defecto, se usa el token de usuario estándar para arrancar la mayoría de programas, y esto es estupendo desde el punto de vista de la seguridad. Para realizar las acciones que requieren elevar privilegios, se usa el token de administrador, y es en este paso donde interpone el UAC. El usuario es consciente de cuándo se están realizando acciones peligrosas y debe o bien proporcionar consentimiento o bien introducir sus credenciales.
O sea, Vista prácticamente obliga al usuario a tener pocos privilegios aunque pertenezca al grupo de administradores. Pero a muchos usuarios les gusta ser «poderosos», no les apetece responder constantemente a preguntas de si realmente quieren o no realizar tal o cual acción, así que ante la incomodidad terminan por desistir. El usuario echa de menos al todopoderoso administrador del XP, y por eso UAC ha resultado un estorbo para la mayoría.
Sin embargo, UAC es una herramienta excelente para quien usa Vista como usuario estándar. UAC es lo que todo usuario de XP que lo utilizaba con una cuenta limitada estaba esperando: una forma cómoda de mantener el sistema protegido.
De cómo configurar UAC de forma útil hablaremos en la siguiente entrega.
ssantos@hispasec.com
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