Si su red u ordenador están conectados permanentemente (o durante
largos períodos de tiempo) a Internet, si ofrece servicios accesibles
desde el exterior (acceso remoto a ficheros, servidor web o FTP,
etc.), si utiliza software de conexión remota (como Telnet, Laplink,
PC Anywhere, etc.) y desea protegerse de ataques de intrusos y de
troyanos, entonces necesita un cortafuegos.
Si bien es verdad que para los que se conectan con un módem de 56
Kbps, los hackers no representan un problema serio, cada vez más
ordenadores domésticos o ubicados en pymes utilizan conexiones de
alta velocidad por RDSI, ADSL o cable con tarifa plana para
permanecer en línea 24 horas al día. ¿Conveniente? Puede apostar a
que sí, ya que permite poner en Internet una página personal o
empresarial, sin necesitar de los servicios de un ISP externo, y
puede olvidarse de mirar el reloj mientras navega. Pero cuanto mayor
es el tiempo que un usuario pasa conectado, mayor es el riesgo de
intrusión. Estar permanentemente en línea le vuelve vulnerable ante
programas automáticos de escaneo de puertos que sondean direcciones
IP en busca de un punto de entrada en su PC o red doméstica.
Posiblemente recibirá una docena o más de «pings» no solicitados al
día (intentos de determinar si su dirección IP está activa) y
traceroutes procedentes de programas de hackers y otras fuentes. La
mayoría son intentos aleatorios de scripts automáticos de hackers en
busca de puertos abiertos en su PC.
Cualquier sistema, desde el momento en que se encuentra conectado a
Internet, puede convertirse en blanco. Los cortafuegos, sin ser la
panacea de la seguridad informática, representan un poderoso muro de
protección entre su ordenador o su red interna e Internet, barrera
que conviene instalar en todo sistema que esté conectado a Internet
24 horas al día, por modesto que sea. El software de cortafuegos
personal aísla su ordenador de su conexión a Internet filtrando
información, bloqueando puertos abiertos y deteniendo programas con
controles ActiveX o rutinas en JavaScript. Entre los servicios que
cabe esperar de un buen cortafuegos, se encuentran los siguientes:
– – Aislamiento de Internet: la misión fundamental de un cortafuegos
consiste en aislar su red privada de Internet, restringiendo el
acceso hacia/desde su red sólo a ciertos servicios, a la vez que
analiza todo el tráfico que pasa a través de él.
– – Detección de intrusos: dado que todo intento de conexión debe pasar
por él, un cortafuegos adecuadamente configurado puede alertarle
cuando detecta actividades sospechosas que pueden corresponder a
intentos de penetración en su red o tentativas de enviar información
desde ella, como los que realizarían troyanos que se hubieran colado
dentro.
– – Auditoría y registro de uso: el cortafuegos constituye un buen
lugar donde recopilar información sobre el uso de la red. En su
calidad de punto único de acceso, el cortafuegos permite registrar
toda la actividad entre la red exterior y la interior.
– – Autenticación: algunos cortafuegos permiten autenticarse utilizando
métodos más sofisticados que la humilde y hoy desprestigiada
contraseña, basados en tarjetas inteligentes, contraseñas de un solo
uso, llaves hardware, etc.
– – Traducción de direcciones de red (NAT): otra función adicional que
puede realizar el cortafuegos es la de ocultar el rango de
direccionamientos internos de la red empresarial o doméstica,
realizando una traducción de direcciones o NAT (Network Address
Translation).
A pesar de todas sus virtudes y ventajas, los cortafuegos no
proporcionan la solución definitiva a todos los problemas de
seguridad. Existen amenazas fuera del alcance del cortafuegos, contra
las cuales deben buscarse otros caminos de protección:
– – Ataques desde el interior: evidentemente, el cortafuegos no puede
protegerle de empleados desleales que roban un disco duro con
información confidencial y salen con él bajo el brazo (recordad Los
Alamos).
– – Ataques que no pasan por el cortafuegos: el cortafuegos se
encuentra impotente ante accesos directos a ordenadores de la red
protegida a través de módem o a través de redes privadas virtuales.
– – Ataques basados en datos: si los programas que son accedidos a
través del cortafuegos, como el servidor web, ocultan errores graves,
un hacker podría explotarlos haciendo uso exclusivamente de tráfico
HTTP (véase «Sobre puertas y ratoneras» en
http://www.iec.csic.es/criptonomicon/susurros/susurros09.html para una
descripción en detalle de estos ataques). Los virus constituyen una
amenaza difícil de rechazar incluso para los cortafuegos más
sofisticados.
– – Ataques completamente nuevos: los buenos cortafuegos pueden
proteger ante muchos ataques desconocidos aún por llegar, pero no
frente a todos. Los hackers siempre corren un paso por delante de los
fabricantes de productos de seguridad.
Hasta hace bien poco, todos los productos comerciales de cortafuegos
quedaban restringidos para su uso empresarial, debido a su elevado
precio, su dificultad de configuración y la exigencia de
conocimientos especializados para operarlos. Sin embargo, a medida
que crece el número de usuarios domésticos y pequeñas empresas
conectados a Internet las 24 horas del día, aumenta de forma pareja
la necesidad de protección del sistema informático, desde
instalaciones modestas con un solo ordenador a otras algo más
completas con menos de una docena de ordenadores. En la mayoría de
estos casos resultaría descabellado plantearse la compra de un
potente cortafuegos, porque ni las economías lo permitirían ni las
circunstancias lo exigen. Sin embargo, este gran mercado de pequeño
poder adquisitivo está de enhorabuena, porque están saliendo a la luz
nuevos productos de cortafuegos personales, con grandes prestaciones
y seguridad notable.
El cortafuegos personal, escaneador de virus y filtro de contenidos
web/correo de ESafe Desktop 2.2 de Aladdin Knowledge Systems (gratis
para uso personal, en http://www.aks.com) coloca a las páginas web,
descargas de correo electrónico y discos flexibles que entran en su
sistema en un «patio de juegos» (sandbox) hasta que pasan la
cuarentena. Aunque ralentiza un poco las cosas, la paz de espíritu
que proporciona vale su precio. BlackICE Defender (por unas 7.000
pesetas en http://www.networkice.com) monitoriza y protege el acceso a red
de su PC. Otros sistemas de seguridad y cortafuegos personal incluyen
Internet Security 2000 de Norton (7.000 pesetas, http://www.symantec.com) y
ZoneAlarm 2.1 de ZoneLabs (totalmente gratuito para uso personal,
disponible en http://www.zonelabs.com). La red @Home ha establecido un
«Centro de Seguridad En Línea» promocionando el software de
cortafuegos personal de McAfee (un servicio de suscripción por 5.400
pesetas al año en http://www.mcafee.com), basado en el software Conseal
Private Desktop de Signal9.
En definitiva, si su red u ordenador están conectados permanentemente
(o durante largos períodos de tiempo) a Internet, si ofrece servicios
accesibles desde el exterior (acceso remoto a ficheros, servidor web
o FTP, etc.), si utiliza software de conexión remota (como Telnet,
Laplink, PC Anywhere, etc.) y desea protegerse de ataques de intrusos
y de troyanos, entonces necesita un cortafuegos. Su sofisticación
dependerá ya de sus necesidades concretas de seguridad y de su
precio. Pero eso sí, no lo olvide, sin un cortafuegos está expuesto a
todo tipo de peligros.
Más información:
Cortafuegos
http://www.iec.csic.es/criptonomicon/articulos/expertos35.html
Sobre puertas y ratoneras
http://www.iec.csic.es/criptonomicon/susurros/susurros09.html
LINUX como cortafuegos gratuito
http://www.iec.csic.es/criptonomicon/consejos/cortafuegoslinux.html
criptonomicon@iec.csic.es
Boletín Criptonomicón #73
http://www.iec.csic.es/criptonomicon
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