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TheFlame: reflexiones sobre otra "ciberarma" descubierta demasiado tarde

TheFlame es la nueva pieza de software descubierta y propuesta como modelo de ciberarma. Tal como ocurrió con Stuxnet y Duqu, TheFlame resulta muy interesante por su sofisticación técnica, a la vez que alimenta la imaginación de muchos sobre las posibilidades de una guerra cibernética. Veamos en qué consiste este malware y qué conclusiones se pueden sacar de su descubrimiento.
TheFlame vuelve a tener características similares a Stuxnet y Duqu. Vayamos por partes:
Fuente: Securelinst.com
Fuente: Securelinst.com
¿Conclusiones?
Este tipo de incidentes dan pie a todo tipo de elucubraciones y fantasías. ¿Estamos ante una ciberguerra? ¿Debemos prepararnos para un apocalipsis cibernético? No lo sabemos. Por ahora, solo podemos concluir las características esenciales que han compartido las tres piezas de malware calificadas como «ciberarmas» desde 2010 e intentar definir qué las categoriza como tales. Por ejemplo, TheFlame es capaz de infectar un Windows 7 completamente parcheando. De lo que se deduce un una alta probabilidad de que contenga el exploit funcional de una vulnerabilidad desconocida hasta el momento. Al igual que Stuxnet, que contenía hasta cuatro 0-days para Windows, esto le hace muy potente. Le permite gran difusión sin estorbos: pocos sistemas se le resistirán. Esta es sin duda su mayor ventaja.
Como hemos indicado, se habla de que TheFlame ha pasado desapercibido varios años. Se está especulando mucho con respecto a cuándo apareció. La idea de que fue en diciembre de 2007 es simplemente por el nombre de un archivo (wavesup3.drv), pero esto no es definitivo. En VirusTotal la primera muestra que aparece catalogada como tal es del 15 de mayo de 2011, pero, a ciencia cierta, se están detectando (precisamente de Irán y Líbano) muestras de hasta 2010. Y aquí parece estar la otra gran clave. El hecho de que puedan espiar o campar a sus anchas no convierte a estos programas en ciberarmas, sino su capacidad de pasar desapercibidos. Ha sido detectado demasiado tarde. Esta, a nuestro entender, es una de las características que define de forma más acertada las llamadas «ciberarmas«: son descubiertas mucho después de que hayan sido distribuidas. Stuxnet salió a la luz en junio de 2010, pero llevaba un año circulando. El núcleo de Duqu tenía fecha de compilación de 2010, aunque fue descubierto en septiembre de 2011. En el caso de TheFlame, se sospecha que podía haber sido creado igualmente en 2010 o incluso antes, en fechas similares a las de Stuxnet y Duqu (otro indicio por el que se cree que están relacionados). Por tanto, podíamos estar hablando de al menos dos años pasando totalmente desapercibido para las víctimas, investigadores y casas antivirus.
Ante esto, lo asombroso no es que existan este tipo de programas que permiten espiar, sino más bien, la posibilidad de que se puedan eludir durante tanto tiempo todas las medidas de seguridad conocidas. Y para conseguirlo, simplemente sea necesario huir de los lugares comunes del malware masivo.
Esto dice muy poco en favor de las medidas de seguridad que se están aplicando contra las amenazas actuales. Y podemos incluir en este saco desde el software antivirus, hasta las políticas de seguridad, pasando por los IDS o los cortafuegos, los administradores y los auditores (en el caso de que existan en los sistemas infectados…… que no han sido pocos). Todos han fallado, aun estado perfectamente capacitados para detenerlo o al menos detectarlo. Y cuando esto ocurre, es que algo se está enfocando de manera equivocada. Si bien ya tenemos problemas para mantener a raya el malware masivo, el que se sale un poco del cuadro preestablecido tiene todas las posibilidades de eludirlos con éxito y, por tanto, convertirse en «ciberarma«. En general, quizás el problema es que seguimos todavía bajo el yugo de la «lista negra/lista blanca«: bloqueamos lo que creemos que puede ser dañino o dejamos pasar lo que tenemos anotado que es benigno, y aplicamos indiscriminadamente este concepto para protegernos de todo a cualquier nivel… y este modelo, por sí solo, se está demostrando ineficaz.
Más información:
Researchers identify Stuxnet-like malware called ‘Flame’
The Flame: Questions and Answers
Sergio de los Santos
Twitter: @ssantosv

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